CONTINUANDO CON LA LINEA "AL COMPÁS DE UN TANGO" COLOCARÉ EN ESTE BLOG UN POEMA HERMOSO -UN HERMOSO DESVARÍO- QUE NACE DE LA PERMANENCIA EN LA MEMORIA DE UN HERMOSO TANGO DE CARLOS GARDEL LLAMADO "MATALA". HAGO AL FINAL UNA RESEÑA BIOGRÁFICA DEL POEMA, DISFRÚTENLO:
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DESVARIO – (12)
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Quisiera
en un momento de locura,
Tomar
su cuello tibio y estrujarlo
Asido
entre mis manos y quebrarlo.
Yo
debiera matarla…….
Atravesar
su pecho erguido y palpitante
Con una
espina larga, seca y fina,
Y
sentarme a mirar cómo se desangra,
Cómo se
le va la vida…….
En una
roja borrasca sumergida.
Llevarla
luego sobre mis hombros
A un
lejano campo, de hierbas florecido,
Y con
madera fina, perfumada,
Hacer
una gran pira y calcinarla
Ofreciéndola
en holocausto a los dioses,
Sacrificarle
su memoria al del olvido.
Esparcir
su recuerdo, en humo convertido,
Y luego
retirarme……..
Vagar
sin rumbo y sin destino……
Trasegar
caminos ya perdidos,
Para ir
a morir en brazos del olvido.
Beber
la pena en cuencos de cerámica,
En
coctel de miel amarga
Con
polen del panal de amarga vida,
Que
corre como un tósigo maldito
En los
meandros del río del destino,
Allá,
en el edén de los perdidos.
Bajar
luego a la sima profunda de la vida
Y
ahogarme en su pantano sumergido,
Perderme
en la penumbra de la noche,
Que horrenda
y feliz…
desaparece
a los que pisan su camino.
Y morir
con su recuerdo atragantado
Entre
las fauces, como un gemido.
Matarla,
estrangularla, arrojarla…..
Que
desaloje mi pecho malherido,
Borrarla
para siempre de mi mente,
Que se
pierda sepulta en el olvido.
Pero ya
ven…… es inútil…..
Aunque
se fue, su recuerdo sigue vivo
Y yo
abrazado a él…
¡Muero
por la pena consumido!
Diciembre
8 /2013 Este bello poema, que en
realidad data de tiempos muy lejanos, me lo inspiró el tango “Matala” de Carlos Gardel. Canción que me obsesionó desde que la conocí,
allá en Armenia, en el 73/74, cuando me ocupé como conductor de taxi. El número 22 de Taxpáramo, un Zastaba del 72
era mi carro y en la guantera había una cantidad de casetes en el que
sobresalía uno de Gardel en el que estaban temas hermosos como “La entrerriana”
“Sólo se quiere una vez” y este tema.
Cuando finalmente entregué ese carro a su dueño, para regresar a Buga, aunque el casete quedó
en él, las canciones venían y están aún en mi prodigiosa memoria. Tuve la fortuna de hacer amistad con Hugo
Ayala, un coleccionista de música, con el que alguna vez tocamos este tema y sorprendido de que yo
conociera temas tan viejos y olvidados, los desempolvó y me grabó un casete;
cómo bebimos, cuánto trago tomamos; Ya
eran los años 90 cuando garrapatié en el papel este tema, que ahora pulí y
pongo en consideración de todos los que me escuchan, con gusto, pero con el consabido temor, pues reconozco que puede sonar agresivo; en
esta época, en la que se ha ganado tanto en cuanto al respeto y al trato con
los demás, sobre todo con las damas, a las que no se las debe tocar, ni con el
pétalo de una rosa.
Muy buena esta poesía,como todo lo que sale de tu maravillosa pluma.
ResponderEliminarya la había oído, cuando a viva voz la recitaste, una noche allá en el bar de Carmelita Arango.el comentario del taxi en Armenia y las andanas con Hugo Ayala también me encantaron.